domingo, 4 de diciembre de 2016

¿CUÁL ES EL CONSUMO DE SAL RECOMENDADO?¿QUÉ PASA SI COMES MUCHA SAL?

Las poblaciones del mundo entero consumen alimentos más ricos en energía que contienen muchas grasas saturadas, ácidos grasos trans, azúcar y sal. Esta última es la fuente principal de sodio, cuyo crecido consumo se asocia a la hipertensión y a un mayor riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.
Al mismo tiempo, al modificar sus hábitos alimentarios, las personas consumen menos frutas, verduras y fibras (presentes en los cereales integrales), que son los elementos clave de una alimentación sana. Las frutas y verduras contienen potasio, que contribuye a hacer bajar la tensión arterial.
En la alimentación, la sal puede provenir de alimentos elaborados, ya sea porque son particularmente ricos en sal (como platos preparados, carnes procesadas como el tocino, el jamón y el salame, quesos, tentempiés salados, fideos instantáneos, etc.), ya porque suelen consumirse en grandes cantidades (como el pan y los productos de cereales elaborados). También se añade sal a los alimentos durante la cocción (en forma de caldo o cubitos de caldo) o bien en la mesa (salsa de soja, salsa de pescado, sal de mesa).
Ahora bien, algunos fabricantes reformulan sus recetas a fin de reducir el contenido de sal de sus productos, y los consumidores deberían leer las etiquetas para elegir los productos de bajo contenido en sodio.


El elevado consumo de sodio (> 2 gramos/día, equivalente a 5 gramos de sal por día) y la absorción insuficiente de potasio (menos de 3,5 gramos por día) contribuyen a la hipertensión arterial y aumentan el riesgo de cardiopatía y accidente cerebrovascular.
La sal es la principal fuente de sodio en nuestra alimentación, aunque también puede aportarlo el glutamato de sodio, un condimento utilizado en muchas partes del mundo.
La mayoría de las personas consumen demasiada sal, de 9 a 12 gramos por día en promedio, es decir, dos veces la ingesta máxima recomendada.
Un consumo de sal inferior a 5 gramos diarios en el adulto contribuye a disminuir la tensión arterial y el riesgo de enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular e infarto de miocardio. El principal beneficio de reducir la ingesta de sal es la correspondiente disminución de la hipertensión arterial.
Los Estados Miembros de la OMS han acordado reducir en un 30% el consumo de sal de la población mundial de aquí a 2025.
La reducción de la ingesta de sal se considera una de las medidas más costoeficaces que los países pueden tomar para mejorar la situación sanitaria de la población. Las medidas principales de reducción generarán un año más de vida sana a un costo inferior al ingreso anual medio o al producto interno bruto por persona.
Se estima que cada año se podría evitar 2,5 millones de defunciones si el consumo de sal a nivel mundial se redujera al nivel recomendado.


ALGUNAS NOCIONES SOBRE LA SAL, EL SODIO Y EL POTASIO
·  El sodio es un nutriente esencial necesario para mantener el volumen plasmático, el equilibrio acidobásico, la transmisión de los impulsos nerviosos y el funcionamiento normal de las células.
·  El exceso de sodio tiene consecuencias nefastas para la salud, en particular la hipertensión arterial.
·  Los principales factores que contribuyen al consumo de sal en la alimentación dependen del marco cultural y de los hábitos alimentarios de una población.
·  El sodio se encuentra en estado natural en diversos alimentos, como la leche, la carne y los crustáceos. Suele estar presente en grandes cantidades en los alimentos elaborados, como el pan, los productos cárnicos elaborados y los tentempiés, así como en ciertos condimentos (salsa de soja o de pescado, por ejemplo).
·  También contiene sodio el glutamato de sodio, un aditivo alimentario utilizado en muchas partes del mundo.
·  El potasio es un nutriente esencial para el mantenimiento del volumen total de líquido en el organismo, el equilibrio acidobásico y electrolítico, así como para el funcionamiento normal de las células.
·  Se encuentra habitualmente en diversos alimentos no elaborados, especialmente frutas y verduras.
·  El aumento de la ingesta de potasio hace disminuir la tensión arterial sistólica y diastólica en los adultos.

RECOMENDACIONES PARA REDUCIR EL CONSUMO DE SAL
·  Para los adultos: la OMS recomienda consumir menos de 5 gramos (un poco menos que una cuchara de té) de sal por día. Estas recomendaciones se aplican a todos los individuos, hipertensos o no (incluidas las mujeres embarazadas y lactantes), excepto los afectados por enfermedades o los que siguen un tratamiento medicamentoso que pueda provocar una hiponatremia o un edema agudo, o que deben seguir un régimen bajo vigilancia médica (por ejemplo, pacientes con insuficiencia cardíaca o diabetes de tipo1). En estas subpoblaciones, puede haber una particular correlación entre la ingesta de sodio y los problemas de salud de que se trate
·  Para los niños: la OMS recomienda ajustar a la baja, para los niños de 2 a 15 años, la ingesta máxima recomendada para los adultos en función de las necesidades energéticas en relación con las de los adultos. Esta recomendación no comprende el periodo de lactancia natural exclusiva (de 0 a 6 meses), ni el de alimentación complementaria de la lactancia natural (de 6 a 24 meses).
·  Toda la sal que se consume debe ser yodada, es decir «enriquecida» con yodo, lo cual es esencial para un desarrollo sano del cerebro del feto y del niño pequeño así como para optimizar las funciones mentales en general.

En el hogar, se puede reducir el consumo de sal:
·  no agregando sal durante la preparación de los alimentos;
·  no poniendo saleros en la mesa;
·  limitando el consumo de tentempiés salados;
·  escogiendo productos hiposódicos.
Otras medidas prácticas a nivel local para reducir el consumo de sal:
·  integrar la reducción de la sal en los programas de formación de los manipuladores de alimentos;
·  retirar los saleros y los recipientes para salsa de soja de las mesas de los restaurantes; colocar etiquetas en los productos o los estantes que indiquen claramente que ciertos productos tienen un alto contenido en sodio;
·  facilitar un asesoramiento dietético específico a las personas que acuden los centros de salud;
·  abogar por que las personas limiten el consumo de alimentos muy salados y por que reduzcan la cantidad de sal que utilizan para cocinar; y
·  educar a los niños y crear un entorno propicio para que adopten tempranamente una dieta hiposódica.
Algunas medidas que puede adoptar la industria alimentaria:
·  reducir progresivamente el contenido en sal de los productos, de modo que los consumidores se vayan adaptando al sabor y no busquen productos alternativos;
·  reducir la sal en los alimentos y las comidas que se sirven en los restaurantes y servicios de restauración; indicar el contenido de sal en las etiquetas de los alimentos y las comidas.



IDEAS ERRÓNEAS ACERCA DE LA REDUCCIÓN DEL CONSUMO DE SAL
·  «Cuando hace calor y hay humedad, y uno transpira, se necesita más sal en la alimentación». El sudor contiene poca sal y por lo tanto no es necesario agregar más incluso en los días cálidos y húmedos. Sin embargo, es importante beber mucha agua.
·  «La sal marina no es ‘mejor’ que la refinada por el simple hecho de que sea ‘natural’». Cualquiera sea el origen de la sal, es el sodio el causante de problemas de salud.
·  «La sal agregada en la cocción no es la fuente principal de la ingesta de sal». En muchos países, alrededor del 80% de la sal en la alimentación proviene de alimentos elaborados.
·  «No se necesita sal para que los alimentos tengan un sabor apetitoso». El ajuste de las papilas gustativas lleva cierto tiempo, pero cuando uno se habitúa a que haya menos sal, es más probable que se aprecien los alimentos y que se reconozca una gama más amplia de sabores.
·  «Los alimentos sin sal no tienen sabor». Tal vez sea cierto al principio, pero las papilas gustativas se van habituando a la disminución de la sal, y es probable que uno acabe por apreciar los alimentos y encontrarles más sabor.
·  «Los alimentos ricos en sal tienen un gusto salado». Ciertos alimentos ricos en sal no parecen tan salados porque a veces se les añade otros ingredientes, como azúcares, para disimular el sabor. Es importante leer las etiquetas para conocer el contenido en sodio.
·  «Solo las personas de edad se deben preocupar por la cantidad de sal que consumen». El hecho de consumir demasiada sal aumenta la tensión arterial a cualquier edad.
·  «La disminución de la sal podría ser nociva para mi salud». Es muy difícil consumir muy poca sal, dado que está presente en gran cantidad de alimentos de la vida cotidiana.

¿QUÉ PASA SI COMES MUCHA SAL?
La sal es sin duda uno de los elementos cruciales de casi cualquier comida, hay pocas cosas tan tristes en la vida como la comida sin sal. 
No solo eso, la sal también es importante para que el cuerpo funcione de manera correcta ya que el sodio, uno de los elementos presentes en la sal, regula la presión arterial, la circulación y ayuda a transmitir mensajes entre los nervios y las fibras musculares. 
El Cloro presente el compuesto también ayuda a la digestión. La sal, en las cantidades correctas, es importante para mantenernos sanos. 
Sin embargo, la sal también puede ser muy dañina si se consume en grandes cantidades y, desafortunadamente, prácticamente toda la comida procesada o empacada tiene grandes cantidades de ella, además de que es común que le echen mucha sal a la comida en los restaurantes. 
Los efectos de esto pueden tener un impacto muy grande en nuestra salud. 
Aquí te contamos cuáles son los padecimientos que se pueden evitar reduciendo la ingesta de sal.

HIPERTENSION ARTERIAL: La sal está directamente relacionada con la presión arterial elevada; en poblaciones donde sus habitantes no adicionan sal a sus alimentos, los adultos no sufren de esta enfermedad.

ATAQUE AL CORAZÓN
Un estudio que abarcó voluntarios en más de 32 países mostró una relación entre el consumo de sal y el aumento de la presión sanguínea, lo que podría derivar en hipertensión. Al llegar más sangre al corazón en un inicio se produciría una angina de pecho y a la larga puede causar un ataque al corazón, según explica el portal de la organización británica Blood Pressure.

INFARTO CEREBRAL
Los adultos mayores que exceden la dosis recomendada de sal tienen tres veces más posibilidades de sufrir un infarto cerebral que quienes siguen los lineamientos, encontró una investigación elaborada por la Universidad de Warwick en el Reino Unido.

INSUFICIENCIA CARDÍACA
El consumo de sal en exceso tiene efectos derivados y relacionados a la circulación, tales como hipertensión arterial o bien en los músculos del corazón, empeorando el funcionamiento general de este órgano y favoreciendo ataques de miocardio, insuficiencia cardíaca (cuando no es posible bombear la cantidad de sangre necesaria para todo el cuerpo). Puede causar también accidente cerebrovascular, embolias, hemorragias cerebrales e ictus, que trae como consecuencia secuelas físicas y neurológicas graves y permanentes.

INSUFICIENCIA RENAL
El sodio dificulta la función de los riñones y las funciones renales, fundamentales para la salud, porque se encargan de filtrar y depurar la sangre. Como la sal también causa hipertensión, todo se vuelve un círculo vicioso. A su vez, predispone a la formación de piedras o cálculos renales. Disminuye la cantidad de calcio presente en el cuerpo y sobre todo en los huesos, provocando osteoporosis. También causa retención de líquidos, empeorando el funcionamiento no sólo de los riñones, sino del corazón y el hígado. Provoca edemas o hinchazones en los tobillos y las piernas.

ASMA
Según reporta el portal Huffington Post, un estudio encontró una relación entre el consumo de sal de mesa y la mortalidad por asma en hombres y niños. Asimismo, según una investigación realizada por el hospital Leicester, los síntomas de un grupo de varones asmáticos que recibió un suplemento de sodio se agravaron.
La mortalidad en asmáticos es superior si llevan una dieta rica en sodio.

OBESIDAD Y SOBREPESO
La sal aumenta la sed y por lo general esta no es saciada con agua, sino con bebidas azucaradas que provocan mas sed todavía por la gran cantidad de glucosa y gas. El sobrepeso y la obesidad empeoraran las enfermedades del corazón, riñón, pulmones, etc.

PROBLEMAS COGNITIVOS
Si bien esta consecuencia del exceso de sal no está completamente confirmada, se cree que existe una concordancia entre una alimentación con mucho sodio y problemas cerebrales.
Por ejemplo, un déficit de atención, dificultad para retener información o problemas para resolver y entender problemas simples.
Quizás pueda deberse a una falta de agua en el cerebro, o a que la sangre que llega a las neuronas está repleta de sodio y no permite hacer sinapsis como corresponde.

OSTEOPOROSIS
Al incrementar la excreción de calcio a través de la orina, el exceso de sal puede provocar la desmineralización de los huesos, según encontró un estudio realizado por la Universidad de Alberta, en Canadá.

CÁNCER ESTOMACAL
Un estudio realizado por el Fondo Mundial para la Investigación de Cáncer indicó que limitar el consumo de cloruro de sodio evitaría 1 de cada 7 casos de cáncer estomacal. También provoca úlceras en el estómago, indigestión, La razón es simple: el sodio va rompiendo el recubrimiento mucoso de las paredes de este órgano.


Fuente: O.M.S.