Las poblaciones del mundo entero consumen alimentos
más ricos en energía que contienen muchas grasas saturadas, ácidos grasos
trans, azúcar y sal. Esta última es la fuente principal de sodio, cuyo crecido
consumo se asocia a la hipertensión y a un mayor riesgo de cardiopatías y
accidentes cerebrovasculares.
Al mismo tiempo, al modificar sus hábitos
alimentarios, las personas consumen menos frutas, verduras y fibras (presentes
en los cereales integrales), que son los elementos clave de una alimentación
sana. Las frutas y verduras contienen potasio, que contribuye a hacer bajar la
tensión arterial.
En la alimentación, la sal puede provenir de alimentos
elaborados, ya sea porque son particularmente ricos en sal (como platos
preparados, carnes procesadas como el tocino, el jamón y el salame, quesos,
tentempiés salados, fideos instantáneos, etc.), ya porque suelen consumirse en
grandes cantidades (como el pan y los productos de cereales elaborados).
También se añade sal a los alimentos durante la cocción (en forma de caldo o
cubitos de caldo) o bien en la mesa (salsa de soja, salsa de pescado, sal de
mesa).
Ahora bien, algunos fabricantes reformulan sus recetas
a fin de reducir el contenido de sal de sus productos, y los consumidores
deberían leer las etiquetas para elegir los productos de bajo contenido en
sodio.
El elevado consumo de sodio (> 2 gramos/día, equivalente a 5 gramos de sal por día) y la absorción
insuficiente de potasio (menos de 3,5
gramos por día) contribuyen a la hipertensión arterial y aumentan el riesgo
de cardiopatía y accidente cerebrovascular.
La sal es la principal fuente de sodio
en nuestra alimentación, aunque también puede aportarlo el glutamato de sodio,
un condimento utilizado en muchas partes del mundo.
La mayoría de las personas consumen
demasiada sal, de 9 a 12 gramos por día en promedio, es decir, dos veces la
ingesta máxima recomendada.
Un consumo de sal inferior a 5 gramos
diarios en el adulto contribuye a disminuir la tensión arterial y el riesgo de
enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular e infarto de miocardio. El
principal beneficio de reducir la ingesta de sal es la correspondiente
disminución de la hipertensión arterial.
Los Estados Miembros de la OMS han
acordado reducir en un 30% el consumo de sal de la población mundial de aquí a
2025.
La reducción de la ingesta de sal se
considera una de las medidas más costoeficaces que los países pueden tomar para
mejorar la situación sanitaria de la población. Las medidas principales de
reducción generarán un año más de vida sana a un costo inferior al ingreso
anual medio o al producto interno bruto por persona.
Se estima que cada año se podría evitar
2,5 millones de defunciones si el consumo de sal a nivel mundial se redujera al
nivel recomendado.
ALGUNAS NOCIONES SOBRE LA SAL, EL SODIO
Y EL POTASIO
· El
sodio es un nutriente esencial necesario para mantener el volumen plasmático,
el equilibrio acidobásico, la transmisión de los impulsos nerviosos y el
funcionamiento normal de las células.
· El
exceso de sodio tiene consecuencias nefastas para la salud, en particular la hipertensión arterial.
· Los
principales factores que contribuyen al consumo de sal en la alimentación
dependen del marco cultural y de los hábitos alimentarios de una población.
· El
sodio se encuentra en estado natural en diversos alimentos, como la leche, la
carne y los crustáceos. Suele estar presente en grandes cantidades en los
alimentos elaborados, como el pan, los productos cárnicos elaborados y los
tentempiés, así como en ciertos condimentos (salsa de soja o de pescado, por
ejemplo).
· También
contiene sodio el glutamato de sodio, un aditivo alimentario utilizado en
muchas partes del mundo.
· El
potasio es un nutriente esencial para el mantenimiento del volumen total de
líquido en el organismo, el equilibrio acidobásico y electrolítico, así como
para el funcionamiento normal de las células.
· Se
encuentra habitualmente en diversos alimentos no elaborados, especialmente
frutas y verduras.
· El
aumento de la ingesta de potasio hace disminuir la tensión arterial sistólica y
diastólica en los adultos.
RECOMENDACIONES PARA REDUCIR EL CONSUMO DE SAL
· Para
los adultos:
la OMS recomienda consumir menos de 5
gramos (un poco menos que una
cuchara de té) de sal por día. Estas recomendaciones se aplican a todos
los individuos, hipertensos o no (incluidas las mujeres embarazadas y
lactantes), excepto los afectados por enfermedades o los que siguen un
tratamiento medicamentoso que pueda provocar una hiponatremia o un edema agudo,
o que deben seguir un régimen bajo vigilancia médica (por ejemplo, pacientes
con insuficiencia cardíaca o diabetes de tipo1). En estas subpoblaciones, puede
haber una particular correlación entre la ingesta de sodio y los problemas de
salud de que se trate
· Para
los niños:
la OMS recomienda ajustar a la baja, para los niños de 2 a 15 años, la ingesta
máxima recomendada para los adultos en función de las necesidades energéticas
en relación con las de los adultos. Esta recomendación no comprende el periodo
de lactancia natural exclusiva (de 0 a 6 meses), ni el de alimentación
complementaria de la lactancia natural (de 6 a 24 meses).
· Toda la sal que se consume debe ser
yodada, es decir «enriquecida» con yodo, lo cual es esencial para un desarrollo
sano del cerebro del feto y del niño pequeño así como para optimizar las
funciones mentales en general.
En el
hogar, se puede reducir el consumo de sal:
· no agregando sal durante la preparación
de los alimentos;
· no poniendo saleros en la mesa;
· limitando el consumo de tentempiés
salados;
· escogiendo productos hiposódicos.
Otras
medidas prácticas a nivel local para reducir el consumo de sal:
· integrar la reducción de la sal en los
programas de formación de los manipuladores de alimentos;
· retirar los saleros y los recipientes
para salsa de soja de las mesas de los restaurantes; colocar etiquetas en los
productos o los estantes que indiquen claramente que ciertos productos tienen
un alto contenido en sodio;
· facilitar un asesoramiento dietético
específico a las personas que acuden los centros de salud;
· abogar por que las personas limiten el
consumo de alimentos muy salados y por que reduzcan la cantidad de sal que
utilizan para cocinar; y
· educar a los niños y crear un entorno
propicio para que adopten tempranamente una dieta hiposódica.
Algunas
medidas que puede adoptar la industria alimentaria:
· reducir progresivamente el contenido en
sal de los productos, de modo que los consumidores se vayan adaptando al sabor
y no busquen productos alternativos;
· reducir la sal en los alimentos y las
comidas que se sirven en los restaurantes y servicios de restauración; indicar
el contenido de sal en las etiquetas de los alimentos y las comidas.
IDEAS ERRÓNEAS ACERCA DE LA REDUCCIÓN DEL CONSUMO DE
SAL
· «Cuando hace calor y hay humedad, y uno
transpira, se necesita más sal en la alimentación». El sudor contiene poca sal y por lo
tanto no es necesario agregar más incluso en los días cálidos y húmedos. Sin
embargo, es importante beber mucha agua.
· «La sal marina no es ‘mejor’ que la
refinada por el simple hecho de que sea ‘natural’». Cualquiera sea el origen de la sal, es
el sodio el causante de problemas de salud.
· «La sal agregada en la cocción no es la
fuente principal de la ingesta de sal». En muchos países, alrededor del 80% de la sal en la
alimentación proviene de alimentos elaborados.
· «No se necesita sal para que los
alimentos tengan un sabor apetitoso». El ajuste de las papilas gustativas lleva cierto
tiempo, pero cuando uno se habitúa a que haya menos sal, es más probable que se
aprecien los alimentos y que se reconozca una gama más amplia de sabores.
· «Los alimentos sin sal no tienen sabor». Tal vez sea cierto al principio, pero
las papilas gustativas se van habituando a la disminución de la sal, y es
probable que uno acabe por apreciar los alimentos y encontrarles más sabor.
· «Los alimentos ricos en sal tienen un
gusto salado».
Ciertos alimentos ricos en sal no parecen tan salados porque a veces se les
añade otros ingredientes, como azúcares, para disimular el sabor. Es importante
leer las etiquetas para conocer el contenido en sodio.
· «Solo las personas de edad se deben
preocupar por la cantidad de sal que consumen». El hecho de consumir demasiada sal
aumenta la tensión arterial a cualquier edad.
· «La disminución de la sal podría ser
nociva para mi salud».
Es muy difícil consumir muy poca sal, dado que está presente en gran cantidad
de alimentos de la vida cotidiana.
¿QUÉ PASA SI
COMES MUCHA SAL?
La sal es sin duda uno de los
elementos cruciales de casi cualquier comida, hay pocas cosas tan tristes en la
vida como la comida sin sal.
No solo eso, la sal también es
importante para que el cuerpo funcione de manera correcta ya que el sodio, uno
de los elementos presentes en la sal, regula la presión arterial, la
circulación y ayuda a transmitir mensajes entre los nervios y las fibras
musculares.
El Cloro presente el compuesto
también ayuda a la digestión. La sal, en las cantidades correctas, es
importante para mantenernos sanos.
Sin embargo, la
sal también puede ser muy dañina si se consume en grandes cantidades y,
desafortunadamente, prácticamente toda la comida procesada o empacada tiene
grandes cantidades de ella, además de que es común que le echen mucha sal a la
comida en los restaurantes.
Los efectos de
esto pueden tener un impacto muy grande en nuestra salud.
Aquí te contamos
cuáles son los padecimientos que se pueden evitar reduciendo la ingesta de sal.
HIPERTENSION ARTERIAL: La sal está directamente relacionada con la presión arterial elevada; en poblaciones donde sus habitantes no adicionan
sal a sus alimentos, los adultos no sufren de esta enfermedad.
ATAQUE AL CORAZÓN
Un estudio que abarcó
voluntarios en más de 32 países mostró una relación entre el consumo de sal y
el aumento de la presión sanguínea, lo que podría derivar en hipertensión. Al
llegar más sangre al corazón en un inicio se produciría una angina de pecho y a
la larga puede causar un ataque al corazón, según explica el portal de la
organización británica Blood Pressure.
INFARTO CEREBRAL
Los adultos
mayores que exceden la dosis recomendada de sal tienen tres veces más
posibilidades de sufrir un infarto cerebral que quienes siguen los
lineamientos, encontró una investigación elaborada por la Universidad de
Warwick en el Reino Unido.
INSUFICIENCIA CARDÍACA
El consumo de sal en exceso tiene
efectos derivados y relacionados a la circulación, tales como hipertensión
arterial o bien en los músculos del corazón, empeorando el funcionamiento
general de este órgano y favoreciendo ataques de miocardio, insuficiencia
cardíaca (cuando no es posible bombear la cantidad de sangre necesaria para
todo el cuerpo). Puede causar también accidente cerebrovascular, embolias,
hemorragias cerebrales e ictus, que trae como consecuencia secuelas físicas y neurológicas
graves y permanentes.
INSUFICIENCIA RENAL
El sodio dificulta la función de
los riñones y las funciones renales, fundamentales para la salud, porque se
encargan de filtrar y depurar la sangre. Como la sal también causa
hipertensión, todo se vuelve un círculo vicioso. A su vez, predispone a la
formación de piedras o cálculos renales. Disminuye la cantidad de calcio
presente en el cuerpo y sobre todo en los huesos, provocando osteoporosis.
También causa retención de líquidos, empeorando el funcionamiento no sólo de
los riñones, sino del corazón y el hígado. Provoca edemas o hinchazones en los
tobillos y las piernas.
ASMA
Según reporta el portal Huffington Post, un estudio
encontró una relación entre el consumo de sal de mesa y la mortalidad por asma
en hombres y niños. Asimismo, según una investigación realizada por el hospital
Leicester, los síntomas de un grupo de varones asmáticos que recibió un
suplemento de sodio se agravaron.
La
mortalidad en asmáticos es superior si llevan una dieta rica en sodio.
OBESIDAD Y SOBREPESO
OSTEOPOROSIS
OBESIDAD Y SOBREPESO
La sal aumenta la sed y por lo
general esta no es saciada con agua, sino con bebidas azucaradas que provocan
mas sed todavía por la gran cantidad de glucosa y gas. El sobrepeso y la
obesidad empeoraran las enfermedades del corazón, riñón, pulmones, etc.
PROBLEMAS COGNITIVOS
Si
bien esta consecuencia del exceso de sal no está completamente confirmada, se
cree que existe una concordancia entre una alimentación con mucho sodio y
problemas cerebrales.
Por
ejemplo, un déficit de atención, dificultad para retener información o
problemas para resolver y entender problemas simples.
Quizás
pueda deberse a una falta de agua en el cerebro, o a que la sangre que llega a
las neuronas está repleta de sodio y no permite hacer sinapsis como
corresponde.OSTEOPOROSIS
Al incrementar la excreción de calcio a través de
la orina, el exceso de sal puede provocar la desmineralización de los huesos,
según encontró un estudio realizado por la Universidad de Alberta, en Canadá.
CÁNCER ESTOMACAL
Un estudio
realizado por el Fondo Mundial para la Investigación de Cáncer indicó que
limitar el consumo de cloruro de sodio evitaría 1 de cada 7 casos de cáncer
estomacal. También
provoca úlceras en el estómago, indigestión, La razón es simple: el sodio va
rompiendo el recubrimiento mucoso de las paredes de este órgano.
Fuente: O.M.S.