martes, 6 de diciembre de 2016

REGLA ABCDE PARA LA PREVENCIÓN DEL CÁNCER DE PIEL


La exploración de los lunares (conocidos técnicamente como nevus melanocíticos) es fundamental. Los lunares pueden ser congénitos o aparecer a lo largo de nuestra vida, y el sol es uno de los factores que pueden incidir en su cambio de estado. Por ello, es importante que sepamos cuando un lunar o nevus puede evolucionar hacia un melanoma para que acudamos al especialista en busca de un diagnóstico preciso y precoz.

El cáncer de piel aparece cuando se presenta una multiplicación descontrolada de células malignas en la piel. Existen tres tipos de esta enfermedad dependiendo de las células en las que aparecen: de células basales, de células escamosas o melanomas.

El cáncer de piel de tipo melanoma es el menos frecuente (supone tan sólo el 2% de todos los cánceres, aproximadamente 100.000 nuevos casos en el mundo cada año) pero es el más agresivo de todos. La buena noticia es que al desarrollarse sobre la "superficie", puede detectarse de forma  temprana (a diferencia de cánceres de otros órganos internos), pudiendo evitar consecuencias fatales.

Su detección temprana puede significar la posibilidad de curación completa, por eso, mantente alerta a los factores de riesgo y consulta a tu médico si tienes dudas.

El cáncer de tipo melanoma se desarrolla en los melanocitos, que se encargan de dar el pigmento a la piel y generan los crecimientos benignos que se conocen comúnmente como lunares. Aunque este tipo de cáncer de piel es el menos frecuente, es el más grave de todos.

Esta enfermedad aparece en personas de cualquier edad y sexo pero es más frecuente en quienes tienen piel blanca, muchos lunares o antecedentes familiares. Además, puede presentarse en adolescentes y niños. Para identificarlo a tiempo ten en cuenta el ABCDE del melanoma. Siempre que un lunar cumpla una de las siguientes características deberemos consultar rápidamente con el dermatólogo

Si bien el dermatólogo está específicamente formado para controlar lo lunares, la  observación de éstos por nosotros mismos tiene un papel fundamental y puede ayudar al dermatólogo a detectar los cambios aún más a tiempo. Hasta un tercio de los melanomas aparecen en la espalda, con lo que no debemos olvidar vigilarnos también esta zona, lo cual puede hacerse con la ayuda de algún familiar, un espejo o fotografiándonos la espalda.

A representa Asimetría; “una mitad es diferente de la otra mitad”. Si dividimos el lunar en dos, las dos mitades deberían ser parecidas, en cuanto a colores y forma. Las lesiones del melanoma son típicamente irregulares en su forma y asimétricas, o en todo caso poco simétricas.


B representa el Borde; borde irregular, ondulado o mal definido. Lo típico de las lesiones benignas son unos bordes bien definidos y lisos. El melanoma suele tener el borde irregular o mal definido, mezclándose con zonas de piel sana



C representa el Color; variación de una zona a otra. La presencia de más de un color (azul, negro, marrón, oscuro…) o la distribución diferente del tono sobre la lesión, nos puede poner a veces sobre aviso de una lesión maligna. un lunar con más de 2 ó 3 colores tiene mayor riesgo de ser "malo".
Los nevus benignos son generalmente marrones oscuros o negros de un sólo tono. Ocasionalmente encontramos lesiones benignas de color azulado o incluso blanco.



D representa el Díametro; Las lesiones de melanoma son generalmente mayores de 6 milímetros (el tamaño de un borrador de lápiz) cuando se diagnostica, puede ser más pequeño


E representa Evolucíon; La forma en la que veamos evolucionar nuestros lunares es el factor más importante a la hora de ponernos sobre aviso de una posible enfermedad como el melanoma.  Por eso sería recomendable hacerse una exploración con un espejo antes de los 20 años para conocer cuáles son tus lunares normales y así poder identificar precozmente cualquier cambio que pudiera alertarnos.



Otros cambios que pueden indicar melanoma son dolor, picazón o sangrado en un lunar o una nueva mancha en la piel.

Ante cualquier cambio en un lunar (cambio de tamaño, forma color, picor, sangrado, aparición de alguna mancha nueva) es aconsejable consultar con un dermatólogo.

De acuerdo con la Sociedad Americana Contra el Cáncer la mayoría de los casos de cáncer de piel son el resultado de la exposición excesiva a los rayos UV del sol. Para prevenirlo es importante evitar salir al sol entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, usar ropa que proteja los brazos, las piernas y la cara y aplicarse un bloqueador con factor de protección solar superior a 30.